No menos impresionante en la Gran Enciclopedia Argentina publicada el año en que nací (1956) es la cantidad de colonias (interiores y de colonos inmigrantes, ya que no exteriores y de súbditos extranjeros) que tuvo nuestro país y que desaparecieron en su mayor parte: entre Colonia Abatte (Chaco) y Colonia Zapata (San Juan) se enumeran más de ochocientas colonias a lo largo de veinte páginas, incluyendo una Colonia Aborigen, media docena de Colonias Alemanas y una Colonia Nueva Alemania además de Colonia Berlín, Colonia Bismarck, Colonia Bremen, Colonia Hamburguesa, Colonia Tirolesa, una Colonia Alpina y otra Colonia Helvecia además de una Colonia Suiza; la Colonia Hebrea y las también hebreas Colonia Avigdor, Colonia Barón Hirsch, Colonia Curbelo, Colonia Leonard Cohen (no por un gran poeta y cantautor canadiense sino por uno de los fundadores de la Jewish Colonisation Association), Colonia Levin, Colonia Lucienville, Colonia Louis Oungre, Colonia Mauricio, Colonia Montefiore, Colonia Narcisse Leven y Colonia Wal-Termos; una Colonia Belga Alemana y otra Colonia Belga Americana; la Colonia Bella Italia y la Colonia Italiana además de Colonia La Genovesa, Colonia Lago di Como, Colonia Udine, Colonia Valtelina, Colonia Toscana Primera y Colonia Toscana Segunda; Colonia California, Colonia Dalmacia, la galesa Colonia 16 de Octubre y una Colonia Galense, Colonia Finlandesa, Colonia Gallegos, Colonia Japonesa, Colonia La Vascongada, Colonia Liebig y Colonia Liebig’s, Colonia Otomana, Colonia Polaca, Colonia Pueblo Ruso y Colonia Rusa sin contar una Colonia Ruso Alemana y descontando docenas de colonias con nombres de santos y santas, generales y presidentes, gobernadores y ministros, colonias de nombre Colonia Oficial (numeradas del uno al diez), otras de nombre republicano como Colonia República y popular como Colonia Popular o Colonia El Trabajo pero también de nombre monárquico como Colonia La Reina o Colonia Reina Margarita y varias colonias de nombres inspiradores como Felicidad, La Amistad, La Armonía, La Aurora, La Esperanza, La Vanguardia, Nueva al Sud, Progreso, Prosperidad y Sol de Mayo. Y en otro orden de cosas, la Colonia Nacional de Alienados en Open Door y la Colonia Nacional de Menores, en Marcos Paz.

No deja de decir mucho de nuestro país que la toponimia de santería y militar se haya afirmado bastante más que la que trajeron, mano adelante y mano atrás, los labriegos inmigrantes.