34. De la argentinidad (II)

 In Blog, Guía Existencial Argentina, I. Argentinas y argentinos

Somos un país de intenso soul searching: en las librerías italianas, francesas, estadounidenses, brasileras o chilenas no hay tanto ensayo y análisis de la propia identidad. Entre los intelectuales argentinos y sobre todo los porteños es frecuente preguntarse qué es o en qué consiste ser argentino. La cuestión me parece ociosa, porque basta viajar un poco por el país para cerciorarse de que la identidad cultural argentina existe y está muy bien definida incluso en su variedad de matices regionales.

Sin embargo tenemos una nutrida ensayística sobre nuesta identidad, crisis y problemas. Qué es la patria, qué es ser argentino, qué nos pasó, qué somos, de dónde venimos, porqué somos así, lo que éramos y ya no somos, todas las grietas y fisuras de nuestra nacionalidad exploradas y anotadas. Descontando a los alemanes, la nuestra debe ser una de las identidades nacionales con más literatura crítica y analítica. Somos un pueblo mimado por la geografía pero atormentado por la historia. O mejor dicho por las lecturas de la historia. Porque en el mundo hay otras historias nacionales más ricas y dramáticas que la nuestra pero que no bullen tanto en el presente. Gracias a escritores-psicoanalistas como Federico Andahazi, Pacho O’Donnell y Marcos Aguinis seguimos ahondando en la inagotable cantera de lo que los militares llamaban con un término que dejaron bien chamuscado a pesar de su sonoridad: la argentinidad. Buena parte de esta búsqueda interior es fruto de la macrocefalia porteña. A las gentes del interior los interrogantes e incertidumbres sobre nuestra esencia y nuestro “ser nacional” les inquietan bastante menos.

No comprendo porqué no es dominante en nuestra cultura civil un sereno y calmo patriotismo de saber que a pesar de todos los dramas históricos y problemas actuales, habitamos un país que muchos otros pueblos nos envidian.

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