37. Los medios periodísticos argentinos y el verano

 In Blog, Guía Existencial Argentina, I. Argentinas y argentinos

Hay algo a lo que después de más de treinta años de vivir en la Argentina no termino de acostumbrarme y es el verano en los medios periodísticos.

No hice una investigación global al respecto, pero no tengo el menor recuerdo de que en Italia o España (donde viví algunos años) durante el estival mes de agosto la prensa gráfica, radial y televisiva cerrara el boliche de manera tan ostensible como lo hace la prensa argentina durante no uno sino dos meses (enero y febrero) aunque en la crisis financiera de agosto de 2011 se vio cómo el periodismo italiano in toto estaba de vacaciones. El efecto es bastante grotesco porque los diarios se quedan sin sus columnistas y opinólogos más destacados; los programas de radio más seguidos o cierran o quedan a cargo de segundas figuras y toda la grilla de la televisión se reacomoda para la pausa estival.

Hasta los diarios más serios se saturan de pavadas como la crónica diaria de los balnearios más importantes, consejos idiotas repetidos cada verano, dietas (que ya vienen desde la primavera) y las revistas y pantallas se saturan con una cantidad asombrosa de culos (femeninos) y tetas al punto que si algún día hubiera una verdadera revolución cultural en la Argentina, correspondería rebautizar al mes de enero como mes Culario y a febrero como mes Tetario.

Lo que demuestra el irremediable provincialismo de nuestra prensa es que precisamente nuestros meses Culario y Tetario son los del pleno invierno boreal, cuando más intensa es la vida en el hemisferio norte. Todos los días es bastante gracioso comparar con un simple click de Internet a las portadas de nuestros diarios favoritos de Argentina y nuestros diarios favoritos del hemisferio norte para comprobar en qué lejana provincia ombliguista habitamos.

Pero entre Culario y Tetario esa divergencia asume proporciones escandalosas: el mundo puede estar cayéndose en pedazos pero aquí el tema de tapa es la dieta veraniega, celulitis, la anorexia, los filtros solares o (la grosería linguística no tiene límites) “el outfit total white para tu sunset”. No sé si es por amarretería o por limitación mental y cultural, pero ninguno de los grandes medios argentinos parece prepararse para transcurrir los meses Culario y Tetario (donde se da por sentado que en Argentina no pasa nada) con materiales de más serena y profunda reflexión que no encuentran su espacio el resto del año.

Por eso como lector de diarios (ya que no como televidente) me causan gracia esos  Culario y Tetario donde de pronto sí sucede algo grave o importante en la Argentina puesta a vacaciones y los agarra a todos mateando o jugando al truco en la playa con una guardia mínima en la redacción.

Vale agregar que el verano de 2024, por razones de fuerza mayor, forzó a los medios a dejar una redacción atenta a la política y la economía. Quizá más que en 2020 y 2015.

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