Fotografías de árboles bandera fueguinos de Florian von der Fecht

Éste es el sitio en la red de redes de alguien que detesta la figuración, la autopromoción y la mayoría de las redes sociales: en la práctica sólo uso Facebook aunque no veo la hora de que vaya a la quiebra o aparezca algo mejor que Metaverso. No tengo el talento ni soy un fóbico como Salinger o Pynchon, pero estimo que me produciría fastidio que me reconocieran en la calle por andar careteando en televisión o Youtube.

Sin embargo, en esta época es necesario –para un escritor, traductor y editor– tener un espacio propio donde mostrar lo que uno escribió, tradujo o publicó y también un lugar donde escribir y publicar lo que se me ocurra, sin presión ni intermediación. De modo íntimo, pero potencialmente abierto a todos los que lean castellano con o sin traductor artificial.

Éstas páginas virtuales son eso: una vitrina de libros que escribí y publiqué y blog de notas que escribí en el sitio Austral Spectator (en el Blog las notas generales y en el Desván las de vinos y aceites de oliva) y seguiré escribiendo a mi gusto, porque tampoco creo tener tantas cosas interesantes para decir muy seguido. Y los “eventos”, “novedades” y modas de cualquier género me tienen sin cuidado.

No descarto, si encuentro una forma práctica de hacerlo, re-publicar artículos o textos míos que fueron publicados hace años o décadas en revistas o diarios y libros si creo que conservan algún valor, o textos inéditos que no encontraron editor, incluso fotos centenarias de mi familia y qué se yo. A quien pueda interesar.

Este es mi muro, sin ningún intermediario fuera del dominio y hosting que pago de mi peculio. Aquí sólo se venderá quizá algún libro mío o texto, pero no hay cookies ni me interesa el perfil de los visitantes, que si desean escribirme unas líneas son bienvenidos.

A mi cuarto de juegos con las palabras. Los mapas. Las fotos. Algunos dibujos.

Diego Bigongiari