Cagada Nacional
La llamada “cadena nacional” (que el energúmeno progenitor de hijos cuadrúpedos usó por tercera vez esta semana) es una aberración que no existe en ninguna democracia republicana del planeta más allá de Latinoamérica (en verdad, en Canadá la ley permite al gobierno usarla por cuestiones de “urgente importancia” pero sólo se usó una vez en 1995). Esta grosería de índole nazifascista es común en Argentina y Venezuela, es utilizada ocasionalmente en Brasil y bastante más en Uruguay, también en Ecuador y Honduras. En Chile existió hasta que duró la dictadura de Pinochet y desde entonces es de participación voluntaria. En México el gobierno puede imponer mensajes de interés nacional pero raramente lo hace. En Perú no existe y el gobierno debe pagar por el servicio. En Paraguay fue abolida tras la interminable dictadura de Stroessner. En Guatemala fue abolida en 2004 por atentar contra la libertad de expresión y provocar el “cautiverio informacional”.
No asombra que una loca chorra autoritaria como CFK haya robado casi 77 horas de programación a radios y televisiones privadas y de la libertad de ver y oír lo que se desea a toda una nación en 121 ocasiones durante sus dos presidencias, casi siempre en hora pico y para hablarse encima estupideces durante una hora o más. Llegó a hacerlo hasta tres veces por semana. Pero su difunto esposo sólo la usó dos veces en cuatro años de gobierno.
En cambio, asombra que en un país mucho más democrático y republicano que Argentina como es el vecino Uruguay, la “cadena nacional” haya sido usada por todos los presidentes democráticos y mucho por José Mujica. También la usó a diario el actual presidente Lacalle Pou durante la pandemia de Covid pero luego dejó de hacerlo.
En Brasil, Lula Da Silva la empleaba un par de veces al año pero Dilma Rousseff llegó a usarla unas siete veces por año.
En Bolivia, el payaso Evo Morales acostumbraba a hacer cadenas nacionales de tres horas de duración.
En Ecuador, el payaso Rafael Correa llegó a 233 cadenas nacionales en un año.
En Venezuela, el payaso Hugo Chávez se abstuvo de hacer cadena nacional mientras usaba el inodoro o dormía. Pero su payasada “Aló Presidente” se transmitió en cadena nacional durante 13 años cada domingo desde las 11 AM y solía durar ¡seis horas! El payaso Nicolás Maduro emplea la cadena nacional todos los días.
Al payaso Nayib Bukele en El Salvador también le gusta mucho encadenar nacionalmente.
La grosería incluso existe en Costa Rica.
En Argentina, los mayores de 60 recordamos las cadenas nacionales de Juan Domingo Perón, de su viuda y los “comunicados número…” y cadenas nacionales de las dictaduras militares. Los presidentes Alfonsín y Menem no abolieron la grosería y la usaron varias veces cada uno.
En este sentido, el presidente más democrático y liberal de la historia argentina fue Mauricio Macri, que sólo la empleó una vez durante 39 minutos al final de su mandato para hacer un balance de su gestión. Seguido por Néstor Kirchner, que como ya dicho la empleó dos veces.
La insignificante presidencia BiFernández también abusó de la cadena nacional.
Pero lo más asombroso es que un sedicente liberal y libertario que se pretende anarcocapitalista en apenas cuatro meses de gestión haya usado ya tres veces la cadena nacional, incluso para proferir groserías en prime-time. Con lo que demuestra con sus actos que es un falsario mentiroso y caradura porque no existe cosa más antiliberal, antilibertaria, antianarquista y anticapitalista que una cadena nacional. Además de ser, como ya todos saben, un bocasucia maleducado.
(Quien suscribe no vio esta última careteada del energúmeno, pero parece que el sujeto no dijo nada importante y se limitó a autocongratularse para colmo con datos discutibles o falsos, es decir violando la ley que regula la “cadena nacional” ya que sólo la admite “en situaciones graves, excepcionales o de trascendencia institucional”).
Con libertarios así, quién necesita fachos.
Cadena nacional El Salvador
Cadena nacional Honduras
Cadena nacional Venezuela