Fotografías de árboles bandera fueguinos de Florian von der Fecht

Gracias a la inestimable ayuda de una fontanera digital (cuyo talento y servicio recomiendo a quienes tengan o quieran tener un página web) hace ya dos años que este espacio del todo personal se volvió uno de mis placeres y ocupaciones habituales. No gano un centavo con ello, pero disfruto al escribir sólo de aquellas cosas que me interesan y de ir publicando semanalmente un libro (Guía Existencial Argentina) que, aunque encontró un gran editor que me pagó un buen adelanto, luego quedó encajonado. Cuando termine de publicarlo (a un capítulo por semana, hay para un par de años…) tengo algún otro libro inédito.

También me divierto escribiendo sobre las cosas que me urtican (Milei, Trump, el conflicto en Medio Oriente, mi rusofobia…), mis pasiones (el socialismo, la cocina, el vino, cultivar gírgolas, libros que leí) y mis trabajos de traducción, además de todo aquello que despierte mi curiosidad o indignación.

Estoy muy contento porque del primer año al segundo, el número de lectores y lecturas (la estadística de WordPress los llama “visitantes” y “visitas”) se duplicó con creces, de un promedio de media docena diaria a dos docenas y más de visitantes diarios. Si bien no lo hago para sumar lectores (bastaría pagarle a Facebook para lograrlo) me reconforta encontrarlos: no creo que seguiría con esta página si no tuviera lectores. Me sorprende que algunas de mis publicaciones tengan diversos centenares de lectores mientras que otras suman poquísimos, como las que escribí sobre mi rusofobia…que no pienso dejar de publicar por ello. Detesto a Rusia y a la mayoría de los rusos y me complace explicar porqué aunque a casi nadie le interese.

Luego están los misterios de los lectores posibles gracias a internet y a los traductores automáticos. Así, me pregunto: ¿porqué el 18 de noviembre de 2024 alguien, desde algún lugar de Alemania, pasó casi cinco horas (desde temprano en la mañana hasta pasado el mediodía) mirando con detalle cada uno de mis libros publicados? (Algo similar sucedió el 11 de noviembre desde Ashburn (Virginia), Forth Worth (Texas), Forest City (North Carolina) y Altoona (Iowa): entre las 10:46 y las 10:52, hubo un súbito interés por mis guías, libros y poesía). También me pregunto: ¿quién será la persona que desde Azerbadjan del Este se interesó por la Guía Existencial Argentina?

Y me encantaría saber quienes son algunos fieles lectores que me siguen desde Norrbotten County, Luleå (Suecia), Meath, Clonee (Irlanda) y Ala, Trento (Italia), entre otros. Siento que gracias a estas páginas establecí amistades intelectuales desparramadas por el mundo.

A todos ellos gracias por su tiempo y atención y también por algunos mensajes que me llegaron.

Ojalá podamos seguir juntos varios años más. Según la vieja maldición china, nos tocó vivir tiempos interesantes.