Excúsese a quien suscribe por emplear el bocasuciabulario instalado por Javier Milei ya desde la campaña electoral que lo llevó a la presidencia, desde la cual sigue empléandolo sin pudor.

En Argentina hay 1.199 pedazos de mierda con aspecto humano: son los legisladores de las 24 provincias que cobran dietas casi siempre incomparablemente mayores a las que cobran sus homólogos estadounidenses.

Todos sabemos que en Argentina hay sólo media docena de provincias viables: la otra docena y media son mamarrachos insustentables que deberían unificarse de a dos o de a tres para tener algún sentido. Pero todas tienen su propia bandera y escudo, su constitución y sus leyes, su policía y aparato judicial y sus legislaturas y copiosas burocracias. Ocho de ellas, para colmo, bicamerales, es decir no sólo con diputísimos sino también con senadórculos: Buenos Aires, Santa Fe, Mendoza, Salta, Entre Ríos, Corrientes, San Luis y Catamarca. Uno se pregunta que carajo hacen los 46 senadórculos bonaerenses como si no bastara con los 92 diputísimos y diputísimas. Cada uno de ellos costaba, en febrero de 2023, 450 millones de pesos al año es decir unos 2.250.000 dólares all inclusive. Estos 138 mierdas de ambos sexos y todos los partidos embolsaban unos 2.250 dólares mensuales pero además disponen de 3.000 “módulos” para contratar “personal”: atorrantes que cobran por no hacer nada y dan todo o parte de su estipendio al mierda de turno, como se vio públicamente no hace mucho y hasta los libertarios callaron.

Los legisputadores cordobeses les roban a sus contribuyentes unos 1.800 dólares mensuales básicos más lo que roban sus secretarios legislativos, auxiliares y asistentes del nivel 1 al 7: de 1.500 a 300 dólares mensuales cada uno.

Los 38 senadórculos y 48 diputísimos mendocinos roban cada uno una mensualidad de unos 2.600 dólares pero como si no bastara los hijos de puta tienen refuerzos para contratar colaboradores y para viáticos, además de, créase o no, ¡mil empleados en la legislatura provincial! Se ve que Mendoza produce muchísimas, valiosísimas leyes.

Los soretes de la legislatura santiagueña afanan unos 2.100 dólares por mes pero esto es sólo por el robo básico: a ello debe sumarse robo por antigûedad, título universitario de ladrón y otros beneficios para malhechores. En muchas provincias estos soretes bípedos reciben además automóvil y celular, pasajes aéreos y si el culo del mierda está lejos del inodoro, una compensación por desarraigo. La complejidad de las tareas legislativas formoseñas, rionegrinas y de otras provincias requieren de cantidad de asesores a sueldo: los legisladores nacionales chilenos no tienen ni uno, si necesitan asesoramiento convocan a un experto. El colmo son los diputísimos riojanos: los oficialistas reciben diez veces más dinero para “ayuda” que los opositores, 5 mil y 500 dólares respectivamente.

Veamos Estados Unidos: muchos Estados tienen legislaturas bicamerales, pero en la mayoría es un trabajo de tiempo parcial. Incluso en Texas, que es la segunda economía del país y tiene 30 millones de habitantes, los legisladores son part-time y ganan unos 7.200 dólares al año. En New Hampshire el trabajo de legislador es ad honorem y reciben un pago simbólico de 100 dólares por año. En Kansas y Montana la paga es de unos 90 dólares por día de trabajo y en Vermont, 723 dólares por semana.

Los representantes estadounidenses que más ganan son los de Nueva York (142 mil dólares al año, con una economía tres veces mayor que la argentina y 20 millones de habitantes) y California (122 mil, con una economía seis veces mayor que la nuestra y 40 millones de habitantes).

Entre estos 1.199 soretes argentinos hay peronistas de toda laya, radicales, macristas, mileístas y otros. Son todas ratas inmundas que saldrían corriendo si su trabajo fuera a tiempo parcial por no más de cien dólares diarios, sin asesores ni otros beneficios o privilegios.

Pero éstos 1.199 soretes no son más que una pequeña fracción de la descomunal montaña de mierda que se acumula en las administraciones municipales: en Argentina hay unos 1.200 municipios y todos tienen un concejo deliberante o parlamento municipal compuesto por 6 a 24 miembros que en una sociedad civil serían ciudadanos elegidos para hacerlo ad honorem. Pero estos soretes suelen cobrar alrededor del 90% del sueldo del intendente o alcalde y en algunos municipios incluso tienen asesores. Es imposible saber cuánto ganan, porque los sueldos de los intendentes son muy variables y no pocos se niegan a declararlo. Estimando que haya un promedio de 12 concejales en cada municipio y que ganen mil dólares cada uno, serían más de 14 millones de dólares mensuales gastados en comprar mierda para cada municipio del país.

Es dudoso que el energúmeno sedicente anticasta haga algo con toda esta mierda ya que involucra a todos los partidos y habría que reformar 24 constituciones provinciales. Mientras Texas, con poca más población y un producto bruto 20 veces mayor se las arregla con una legislatura estatal part time que cuesta 7 mil dólares anuales por representante, la de Buenos Aires quema más de 300 veces por legislador que los texanos y en 2023, ¡sesionó sólo una vez!

Para terminar con esta inmundicie vomitiva, recordemos que los legisladores nacionales españoles ganan menos que los provinciales argentinos: 2,8 mil euro por mes más hasta 1,8 mil por gastos. En Suiza los legisladores nacionales reciben 60 mil euro anuales y nada más, donde el salario medio nacional es de 50 mil.

En Argentina, los 1.199 soretes provinciales cobran (básico y en blanco, sin contar beneficios y lo que roban) entre 4 y 5 veces más que el ingreso promedio nacional.

La Argentina fue meada por los perros. ¡Viva la casta, carajo!

ADDENDA: hoy (18/4/24) los 72 senadores nacionales argentinos (con 7 excepciones) aprovecharon una sesión para votarse, a mano alzada y sin debate, un aumento de dietas de 1,7 mil a 4 mil dólares mensuales en el bolsillo, sin contar todo lo que reciben para asesores, viajes, etc. Un fecal abuso de poder. Nosotros decidimos nuestro sueldo y si ustedes no pueden hacerlo, nos chupa un huevo.