Diego Bigongiari en el Mar Rojo, años 80

Esta nota publicada en la revista El Porteño en enero de 1988 (cuando la dirigían Eduardo Blaustein, Ricardo Ragerdorfer, Juan José Salinas y Eduardo Villar) y que es una de las primeras que publiqué al volver a vivir a la Argentina a fines del ’87, me parece que sigue siendo legible aunque los radiotelegrafistas gracias a la telefonía satelital hayan desaparecido, al igual que casi todas las tripulaciones de europeos en barcos cargueros: hoy todos son filipinos, taiwaneses y de otros países asiáticos. Y Yugoeslavia ya no existe más.

Otra particularidad de esta nota es que fue pieza del dispositivo fundacional del fantomático Grupo Shanghai, creado a fines de 1987 en casa de Martín Caparrós y formado, además de él, por Jorge Dorio, Alan Pauls, Sergio Chejfec, Luis Chitarroni, Daniel Guebel, Ricardo Ibarlucía, Daniel Samoilovich, Sergio Bizzio y quien suscribe, quien le puso nombre aduciendo la antipodicidad casi exacta entre Buenos Aires y Shanghai. Lo cual no es poco, ya que dicho grupo no existió más que como una excusa para beber un poco y denostar a algunos “culos de bronce” de la literatura argentina.