Lo digo sin ironía ni segundos sentidos: los servicios higiénicos son uno de los aspectos donde más progresó nuestra República en los últimos veinte años.
Es un lugar común hablar de la belleza de las mujeres argentinas pero raramente se va más allá de la afirmación genérica, cuando también en esta materia hay matices regionales.
“Tomar en este orden: una mujer indígena de anchas caderas, dos caballeros españoles, tres gauchos fuertemente mestizados, un viajero inglés, medio pastor vasco y un pedacito de esclavo negro.
No sé quién enseñó a los argentinos de la vera de la ruta a despedirse del forastero en movimiento con un “que le vaya bien” o “que ande bien”. Pero es común que así sea y tanto más cuanto más [...]
Cuando volví a la Argentina a fines de 1987, después de vivir trece años entre Europa y algunos barcos mercantes navegando por los siete mares, tenía clara una cosa: a la primera ocasión que un [...]