14. Obras viales kirchneristas

 In Blog, Guía Existencial Argentina, II. Rutas y caminos

En la campaña electoral de 2009 el gobierno kirchnerista hizo mucha propaganda televisiva de sus obras públicas. Como en casa no permito que penetre la Cloaca Máxima, no miro televisión más que algunas noches cuando estoy en un hotel y demasiado cansado para leer. En una de esas noches me crucé con alguna de esas propagandas y vi tres en las que se publicitaban como si fueran obras realizadas lo que eran trabajos en mera ejecución, si no en sus prolegómenos: una era la transformación en autopista de la nacional 14, que en mi último viaje en noviembre de 2010 llegaba hasta Concepción del Uruguay, es decir que el tramo realizado (en parte por gobiernos anteriores) era apenas un cuarto de lo que falta hacer hasta Paso de los Libres. El otro, aún más chocante en su falsedad, era la transformación en autopista de la nacional 3 entre Puerto Madryn y Trelew que simplemente no existía y estaba apenas en obras preliminares cuando pasé por allí en abril de 2010. La tercera es la única de esas tres obras que fue completada*, pero un año después de las elecciones: la autopista nacional 9 Córdoba-Rosario. Ahora bien, si hay algo que es innegable es que el gobierno kirchnerista hizo bastante obra pública no sólo en Santa Cruz sino en todas las provincias con exclusión de San Luis. No sólo se mejoraron bastante muchas rutas y se gastaron fortunas en sospechosos accesos iluminados al neón hasta en los pueblos más insignificantes; también se hicieron cantidad de barrios de viviendas populares, escuelas y otras obras. Entonces, ¿para qué mentir o distorsionar la verdad de forma tan evidente? ¿Cuántos votos puede cosechar en Chubut o en Entre Ríos y Corrientes una propaganda política que presenta como una realización algo que está en obras, si es que lo está realmente?

En los albores del kirchnerismo crucé del Chaco a Santiago del Estero por la nacional 89 y cuando apareció una cabina de peaje tuve la mala idea de ir al baño, que estaba en un estado tan inmundo que usé el libro de quejas. Toda la cartelería del nuevo concesionario vial era flamante, pero el baño era una porquería. El empleado que recibió mi queja fue tajante:

–¿Y qué quiere? Si esta ruta es de Kirchner –dijo, señalándome el logotipo del concesionario que efectivamente podía leerse como una letra K. Entonces el gobierno kirchnerista gozaba todavía de su período de gracia incluso dentro de mi cabeza y me resultó chocante que en un lugar perdido de Santiago del Estero un simple empleado la tuviera tan clara. Seguí viaje pensando qué mal pensados que somos los argentinos, cuán contaminados estamos de desconfianza hacia los políticos, qué difícil debe ser gobernar un país así. Una o dos noches después estaba en Mendoza donde vi por televisión la enorme manifestación de velas encendidas en plaza Congreso tras la muerte de Axel Blumberg, que fue la primera arruga pública en la máscara del kirchnerismo.
* Ambas rutas fueron terminadas, pero años después. La RN14 es autopista hasta Paso de los Libres desde 2014.

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