Hace muchos años, fue un amigo italiano del que olvidé hasta cómo se llamaba el que me hizo notar qué lindo y musical era el nombre de nuestra línea aérea de bandera: según él, ninguna otra compañía de aviación en el mundo rivalizaba con Aerolíneas Argentinas. Le gustaba demostrarlo poniendo voz de altoparlante de aeropuerto y anunciando la salida de vuelos de otras compañías aéreas más grandes y famosas hasta que finalmente hacía:

–Ding Dong. Aerolíneas Argentinas annuncia la partenza del suo volo AR 1133 con destino finale Buenos Aires -con su acento italiano que trastornaba un poco las r y la g y seseaba las s. Y después se quedaba mirando a sus interlocutores como diciendo:

-¿No ven? No hay con qué darle. Díganme otro nombre de línea aérea más lindo.
Desde entonces, cada vez que estoy en un aeropuerto y sobre todo si es un aeropuerto lejano y oigo: “Ding Dong. Aerolíneas Argentinas…” pronunciado con acentos extraños me acuerdo del amigo italiano y me río, porque la verdad es que tenía razón.