45. La bandera argentina

 In Blog, Guía Existencial Argentina, I. Argentinas y argentinos

Una novia francesa hace años me hizo notar algo que como buen argentino no podía percibir con mis ojos: la bandera argentina es un símbolo débil, demasiado suave y gentil. Es arriesgado meterse con el símbolo de nuestra nacionalidad pero intentaré explicarlo sin ofender a nadie. La bandera que creó Manuel Belgrano no es fea sino al contrario, tan bonita que inspiró a la bandera uruguaya y la de algunas repúblicas centroamericanas. Su problema no es estético, ya que sintetiza muy bien al inmenso cielo bajo el cual vivimos los argentinos, sino más bien filosófico: el celeste y el blanco no son colores de guerra sino de paz; los colores argentinos se pierden en el mar y las montañas. No es un pabellón que grita afirmación y posesión territorial como hace una bandera con colores primarios como las de nuestro países limítrofes, excluyendo al Uruguay. Lo que salva a nuestra bandera de la anomia es el sol y quizá por eso durante décadas los militares se adueñaron de ese símbolo más fuerte llamándolo “bandera de guerra” y condenando a los civiles a usar una “bandera de paz” o de segunda sin el sol, que era muda y anómica. Creo que uno de los puntos de sutura más decisivos que dio la democracia en nuestra herida nacionalidad fue haber devuelto a los argentinos el derecho a tener una sola bandera para todos, así como a tener un presidente que no sea católico, apostólico y romano.

Showing 2 comments
  • Roque.pedace
    Responder

    Celeste y blanco eran colores borbonicos

    • Diego Bigongiari
      Responder

      y de la virgen de Luján tambien

Leave a Comment