55. Radio Nacional

 In Blog, Guía Existencial Argentina, III. Provincias

Sólo escucho la radio cuando viajo en auto: cuando cocino prefiero streaming, algún podcast o música. Suelo sintonizar más AM que FM y son contadas las frecuencias que visito, porque la mayoría me resulta un ruido insoportable. Nunca escucho Radio Nacional a menos que esté de viaje por la Patagonia profunda: en las inmensidades de la meseta la radio agrega al camino una cuarta dimensión. Son tan pocas las emisoras que se encuentran en el espectro electromagnético y a veces cuesta tanto sintonizarlas que me recuerdan mi travesía en velero por el Atlántico Sur, cuando cada mañana sintonizaba en onda corta la BBC de Londres para saber qué pasaba en el mundo y controlar mi cronómetro, del que dependía junto a mi sextante para conocer mi posición. También me gusta escuchar los mensajes que los patagónicos que viven en las comarcas rurales se transmiten por la radio. A través de los años en cada viaje patagónico escuché las emisoras de Esquel, Comodoro Rivadavia, Río Turbio, Ingeniero Jacobacci, Alto Río Senguer, Perito Moreno, Río Mayo y Gobernador Gregores durante horas y cientos de kilómetros. Y en mi último periplo al volante por toda la Patagonia, en abril de 2010, quedé asombrado por cómo la “radio pública” se había transformado en un órgano de propaganda gubernamental. Nunca, desde mi primer recorrido patagónico en 1989, había tenido la impresión de que la radio del Estado fuera un canal de difusión oficialista tan desembozado. Si a eso se le suma que casi no hay otras estaciones AM que compitan en el espectro radiofónico, la sensación radial es la de viajar por las estepas de un país totalitario y dictatorial, donde sólo se oyen voces favorables al gobierno. Una cosa muy rara, que a mí me achicaba la inmensidad y quitaba un poco de oxígeno: una impresión de patagonía, de agonía patagónica, de que un Gran Hermano nos estaba robando la libertad. En las ciudades se oían otras voces y eso no se notaba tanto. Pero ahora, con el energúmeno liberfacho fungiendo de presidente parece que el problema se resolvería con la privatización o clausura de todas las emisoras de Radio Nacional. Pobre Argentina, meada por los perros.

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