Diego Rosso
violeta casi negro, brillante.
complejo e intenso, recuerda una paleta de pintor con óleos, témperas y resinas vegetales.
de cuerpo bastante caudaloso, llena muy bien la boca con mucha materia de sabor gustoso y complejo que retoma su nariz sumándole una vibrante acidez y taninos presentes pero integrados, bien largo y regusto otrosí complejo. Muy interesante vino, jugoso y elocuente, con una complejidad que no evidencia la madera. Para beber con pensativo gusto.
Crianza de 12 meses en barricas / 4.000 botellas
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