Eral Bravo
intenso, el frutado queda subsumido por un tostado de roble.
de cuerpo medio y grata fluidez ya que sus taninos están casi integrados, es de muy rico sabor que aúna frutado rojo con algo de dulce de leche y vainilla, largo todo lo necesario y de regusto láctico avainillado.
Vino que se supera en boca, donde despliega una gran cordialidad que da ganas de beberlo.
Crianza de todo el vino durante 12 meses en barricas / 5.000 botellas
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