Guía Austral Spectator 2007, 2008, 2009, 2010
En la segunda época editorial de la Guía Austral Spectator hubo cuatro ediciones: 2007, 2008, 2009 y 2010. Lía Pichon Riviere se separó de la sociedad en 2007 y seguí con Antonio hasta 2010. El método de trabajo fue siempre el mismo: catas a ciegas con sommelier y no menos de cinco catadores, pagos. Y la cata final de los cien mejores vinos con no menos de doce catadores.
Las primeras ediciones (hasta 2006, primera donde caté sistemáticamente) las catas fueron en la Escuela Argentina de Sommeliers, primero en su sede de Arenales y luego en Maipú. Por razones logísticas tuvimos que mudarnos ya que el movimiento de muestras en pleno centro era caro y complejo. Catamos al menos tres ediciones en la Escuela Argentina de Vinos en calle Gorostiaga, que era más cómoda para nuestra tarea pero también terminó siendo difícil para estacionar, descargar y cargar cajas de muestras.
Edición 2007
Antes de fundirnos con una guía sudamericana carísima de hacer y con menos mercado del que esperábamos, nos replegamos sobre la Argentina y sus 185 bodegas y más de mil cien vinos (que también caté) en un volumen de 236 páginas.
Edición 2008
Aquí los vinos catados fueron más de 1,2 mil y 200 productores. Además de catar, escribí todo el volumen y concebí y participé en las primeras catas de vinos conservados de la primera edición, es decir, con 4 años de añejamiento.
Edición 2009
En esta edición los vinos catados fueron 1180 y las bodegas 214 y el volumen alcanzó 272 páginas.
Edición 2010
El volumen, de 376 páginas, contuvo 1060 vinos catados (como en años anteriores, también por mí) y 229 productores. Fue la primera en contener, además, una guía de aceites de oliva catados a ciegas. En 2011 no hubo edición ya que me dediqué a las Guías YPF y las ediciones 2012 coeditada con Sudamericana y co-realizada con Joaquín Hidalgo y Alejandro Iglesias, al igual que la 2013 (coeditada con Planeta y co-realizada con ambos) fueron las menos personales de mis guías de vinos.
No hubo edición 2011 porque dediqué todo un año a ayudar a concebir, además de viajar y escribir los cinco volúmenes de las Guías YPF.
Hubo una tercera época editorial: las ediciones 2012 (Granica, 1000 vinos, 296 páginas) y 2013 (Planeta, 1000 vinos, 350 páginas) que hice junto a Joaquín Hidalgo y Alejandro Iglesias en un formato distinto, más “juvenil y decontracturado”). Esas dos campañas de cata a ciegas en trío las hicimos en el rincón del restó del Museo Evita, donde también hicimos las catas finales con al menos una docena de catadores.