Un Retamo
de buena intensidad, expresa un envolvente frutostado con trazos florales y ahumados.
de cuerpo medio y taninos presentes pero integrados, es de sabor floral-frutado diáfano y agradable, bastante largo y de regusto acorde, con leve dejo de roble tostado. Vino franco y directo al punto del buen beber, que se explaya sin intelectualismos.
Sin crianza / 7.000 botellas
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